Dóping: película de miedo
Una vez más el oscuro asunto del dopaje. Por si no tuviéramos bastante con los últimos casos, supuestos y confirmados, hoy conocemos que se ha iniciado el rodaje de una nueva “película”: la Operación Galgo, tercera entrega de la saga, tras las conocidas Operación Puerto y Grial. A este paso, la Guardia Civil va a necesitar guionistas de cine, pero de los de verdad. La historia se repite: mismo tema, argumento parecido, mismos protagonistas con diferentes nombres, sustancias prohibidas, ¿y el desenlace? Pues también será como siempre…una sanción insuficiente y miles de aficionados más, decepcionados por el engaño.
Después de haber visto toda la saga sigo haciéndome preguntas:
¿Puede llamarse médico un tipo que suministra sustancias prohibidas jugando con la salud de los deportistas?
¿Puede llamarse persona el médico, farmacéutico, entrenador,…que abusa de la ignorancia supina del deportista que se pone en sus manos sin conocer, en muchos casos, los riesgos que comporta el consumo de determinadas sustancias?
¿Puede llamarse deportista limpio y responsable aquel dispuesto a todo con tal de mejorar sus resultados?
¿Es lícita la maquiavélica frase “el fin justifica los medios”?
¿Es justo que la propia administración pública no actúe con toda la contundencia que debiera en los asuntos de dopaje?
¿Qué piensa un campeón mundial, olímpico,…que ha conseguido sus logros de aquella manera? ¿Acaso no verá su vida como otra película más?
Desde mi humilde espacio, quiero acabar la entrada reivindicando la figura de todos aquellos deportistas limpios, buenos médicos, entrenadores, farmacéuticos, managers …que cada día hacen su trabajo lo mejor que pueden, teniendo muy presente el marco legal que delimita el deporte de competición. Y más aún, respetando una serie de valores humanos que algunos perdieron hace tiempo.
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